Definir las metas es una de las etapas más importantes dentro de un proyecto, ya que es la parte en la que se establece qué es lo que se quiere lograr y se analiza cómo es que se planea alcanzar el éxito. Las metas deben definirse, estructurarse y establecerse de manera clara de acuerdo con las habilidades y elementos que tiene el equipo, por lo que es necesario conocer a profundidad las capacidades de los colaboradores que lo conforman, así como también identificar qué acciones son las que se tienen que llevar a cabo para lograrlas.
Las metas son importantes en todos los aspectos; en el caso del trabajo en equipo, se ha comprobado que quienes trabajan en conjunto obtienen mejores resultados y de forma más rápida que las personas que trabajan en solitario. Por esa razón, en este tema aprenderás sobre (i) las diferencias entre los objetivos y las metas, (ii) los pasos para establecer una meta y (iii) qué es el modelo de objetivos SMART.
Generalmente, se piensa que el significado de meta y objetivo es el mismo, al grado de que muchas veces se utilizan como sinónimos. Si bien ambas hacen referencia a alcanzar o lograr algo propuesto, su diferencia recae en el plazo en el que se cumple y la manera en la que se aplica. Se podría decir, de forma sencilla, que los objetivos son pequeñas tareas específicas que te llevarán a un resultado, mientras que las metas son ese resultado o logro final que deseas.
De acuerdo con el portal de Indeed (2021), las características de estos dos conceptos son las siguientes:
Metas
Una meta tiene la característica de que se establece para cumplirse a mediano o largo plazo, y es el resultado final de algo. Las metas son amplias y reflejan una intención o deseo general, pero no establecen de qué manera se lograrán. Algunos ejemplos de metas son:
Objetivos
Los objetivos son cada uno de los pasos que debes hacer para acercarte o cumplir tus metas. Como verás más adelante, un objetivo es medible, específico y abarca un periodo corto de tiempo. Algunos ejemplos son:
Los objetivos son la ruta que te guía para alcanzar las metas.
Otras diferencias que hay entre estos dos conceptos son las siguientes:
Dentro de la planificación de cualquier proyecto o aspecto, se requiere fijar una meta y muchos objetivos. Planificar significa determinar cuál es el camino o los pasos que se deben seguir para conseguir una meta, y ese camino es establecido por los objetivos que se dividen para cada etapa o proceso del plan (Gerencie, 2021).
¿Cómo establecer una meta?
Establecer metas es más difícil de lo que parece. No es solo desear algo y decirlo o anotarlo, es necesario reflexionar qué es lo que quieres lograr y establecer una meta que sea posible y que realmente te lleve más lejos. Las metas se caracterizan por ser ambiciosas, pero eso no significa que puedas proponerte hacer cualquier cosa, por lo menos no en el ámbito laboral, sino que deberán estar orientadas al área en el que te desarrollas y tener un valor agregado para la empresa o grupo para el que trabajas.
Las metas te ayudarán a lograr resultados increíbles, por lo tanto, debes saber cómo definirlas para saber qué acciones debes tomar para lograr lo que anhelas.
La importancia de establecer metas recae en que son fundamentales para estructurar un camino hacia el éxito, ya sean metas personales o profesionales. No son cosas que se logran de la noche a la mañana, toman tiempo, pero el tenerlas bien definidas te ayudará a estimular el desarrollo de manera paulatina, lo que te mantendrá a ti y a tu equipo motivados y encaminados al cumplimiento de esa meta.
Ahora, ¿cómo establecer una meta? El establecer una no garantiza que se vaya a lograr, pero sí te ayudará a identificar qué debes hacer para alcanzarla. Por ello, es importante que conozcas los pasos o consejos que debes seguir para definir una meta que sea realista y posible, y que no te desanimes si es que no logras cumplirla. Por ejemplo, puedes fijar como meta ir a un vuelo espacial dentro de cinco años, pero ¿cuáles son las posibilidades reales de que eso suceda?
Ferreira (2021) establece que para estipular metas que contribuyan al éxito, es necesario seguir los siguientes consejos:
Modelo de objetivos SMART
El éxito de un equipo no solo recae en las habilidades de sus integrantes, sino también en su organización y establecimiento de metas y objetivos, pues solo así se pueden lograr grandes resultados.
El establecimiento de objetivos SMART, por sus siglas en inglés de Specific, Measurable, Achievable, Realistic y Time-bound (en español: específico, medible, alcanzable, realista y de duración limitada), es un modelo que sirve como guía para establecer metas alcanzables. Este modelo es aplicable para cualquier tipo de área, independientemente de si se quiere fijar una meta a nivel corporativo o si lo que se busca es establecer una meta dentro de un pequeño equipo laboral.
Los objetivos SMART fueron mencionados por primera vez en 1981 en el artículo académico “Hay una manera S.M.A.R.T. de escribir las metas y objetivos administrativos”, escrito por el investigador y empresario George T. Doran. Con base en lo escrito por Doran en su artículo, Paul J. Meyer profundizó y describió con más detalle lo que se conoce actualmente sobre este modelo en su libro ¡La actitud lo es todo!: Si quiere triunfar más allá, publicado en el 2003 (Santander Universidades, 2021).
Estos autores definen cada letra del acrónimo SMART de la siguiente manera (Martins, 2021):
Específico (Specific): hace referencia a que el objetivo debe ser claro y detallado, ya que mientras más específico sea, más fácil será lograrlo. Por ejemplo, un objetivo que no especifica realmente lo que se quiere lograr es “tener más clientes”, mientras que un objetivo específico sería “tener X cantidad de clientes adicionales, que compren la cantidad X, de X producto en X meses”.
Medible (Measurable): es establecer la manera en la que medirás si el objetivo se ha logrado o no. Esto se puede hacer por medio de una fecha límite, porcentaje, cantidad o algún otro elemento medible. La mejor manera de hacerlo, ya sea para objetivos de corto o largo plazo, es por medio de los indicadores clave de rendimiento (KPI), de los cuales sabrás más en el tema titulado “Definición de KPI”.
Alcanzable (Achievable): el objetivo que establezcas debe ser alcanzable, esto quiere decir que debes tomar en cuenta si se tienen las capacidades y elementos necesarios para lograrlo, de lo contrario, perderás tiempo y esfuerzos que terminarán impactando en el ánimo del equipo y en que su rendimiento disminuya. Existen los objetivos ambiciosos, que no deben confundirse con los inalcanzables. Por ejemplo, una tienda que vende 30,000 desodorantes a la semana puede establecer como objetivo aumentar las ventas y lograr vender 50,000 desodorantes a la semana, este es un objetivo ambicioso, pero no imposible si se toman las acciones adecuadas. Por otro lado, un objetivo inalcanzable sería querer aumentar las ventas de los desodorantes de 20,000 a 100,000 a la semana, puede que sea la cantidad de ventas que la empresa quiere tener, pero es imposible lograrlo en un corto periodo de tiempo y de manera tan drástica.
Realista (Realistic): los elementos alcanzable y realista deben estar estrechamente relacionados a la hora de definir un objetivo. Por ejemplo, trabajar los siete días de la semana por más de ocho horas durante seis meses, lo cual no es realista al ser imposible que los colaboradores trabajen toda la semana. Aunque podría ser un objetivo alcanzable, no es posible realizarlo.
De duración limitada (Time-bound): tus objetivos deben tener una fecha de finalización o límite para cumplirse, en su defecto, podrían prolongarse y no obtener los resultados deseados. Para establecer la fecha, puedes utilizar un cronograma (diagrama de Gantt) de proyecto en el que establezcas las actividades y tiempos límites para realizarlas.
Puede que establecer un objetivo SMART te tome más tiempo que uno regular, pero el valor de estos es mucho mayor y aumenta exponencialmente las probabilidades de que el objetivo se logre. Asimismo, toma en consideración que no solo necesitas definir el objetivo y olvidarlo esperando a que se cumpla, es necesario que se encuentre presente en todos los procesos y que todas las personas involucradas lo conozcan y entiendan, ya que es parte clave de la planificación de un proyecto.
El estructurar un objetivo bajo el modelo SMART causará un aumento en la motivación y proactividad del equipo, pues estará claro lo que se busca lograr y la manera en la que se llegará a la meta. Lo anterior crea comunicación dentro del grupo y hace que sus intenciones y esfuerzos estén alineados para cumplir con dicho objetivo. Además, este tipo de objetivos te dan las herramientas necesarias para medir el éxito una vez que estos se hayan cumplido, lo que te ayudará a identificar qué acciones se pueden mejorar o cambiar para obtener mejores resultados.
Ejemplos de objetivos SMART
Ya que tienes tu objetivo SMART, ¿cuál es el siguiente paso?, deberás establecer qué actividades se necesitan realizar para cumplir con el objetivo. Una vez que hayas definido eso, es importante que establezcas de qué manera le estarás dando seguimiento a dichas actividades, esto puede ser supervisando el progreso con regularidad, pidiendo pruebas, comprobantes o solicitando informes semanalmente.
Como pudiste ver a lo largo de este tema, las metas forman parte fundamental en el desarrollo de cualquier equipo, ya que son el combustible de las grandes acciones al buscar resultados extraordinarios que generen valor para la empresa y el cliente. El proceso de definición de metas de equipo es fundamental para no repercutir en los ánimos del grupo y que se puedan definir las acciones que se necesitan seguir para cumplirlas.
Si bien el cumplimiento de metas es de las cuestiones más importantes para un equipo, estas no son posibles sin los objetivos, por lo que el establecer objetivos SMART no solo contribuye a que se definan metas más claras y concisas, sino que, además, repercute directamente en la productividad y calidad de los resultados del equipo.
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