Contexto
Silvia se ha presentado al despacho Sánchez y Asociados S.C. en busca del abogado Miguel, quien la recibe en su oficina, y atento escucha la razón que llevó a Silvia a buscar sus servicios de asesoría.
Ella comienza exponiéndole que ha estado casada con el señor Pablo por tres años y hace dos tuvieron su primer hijo. Ella tiene un empleo estable aquí en México, pero hace un año su marido aceptó una buena oferta para trabajar en el extranjero, y desde entonces viven separados. Ella afirma que la distancia fue deteriorando la relación al grado en que ambos decidieron que lo mejor era divorciarse.
Ahora Pablo le ha hecho llegar una demanda de divorcio, pero como reside en el extranjero, le instruyó a su abogado representante que firmara la demanda de divorcio en su nombre. Silvia le aclara al Lic. Miguel que su esposo no es muy cumplido con el envío de remesas para el sustento de su hijo y la atención médica especial que éste requiere. No obstante, también le confiesa al Lic. Miguel que no quiere batallar, por lo que preferiría allanarse a la demanda que le ha presentado el abogado de su marido, y así dar por terminada su relación.
Silvia procede a dejarle sobre el escritorio el documento de la demanda, con la consigna de que quiere divorciarse a la mayor brevedad posible. El abogado le pide un par de días para leer y estudiar la demanda, y entonces poder darle su recomendación profesional.
Ya con calma, el Lic. Miguel llega a la conclusión de que la demanda de divorcio debe ser firmada de manera personal por el demandante, por lo que, en sentido estricto, allanarse a la demanda implicaría reconocer un documento mal fundamentado. Él se comunica con Silvia Suárez y le explica su recomendación, generándole un dilema, pues ella lo que quería era salir pronto de la situación y no alargar todavía más su proceso de separación (lo que también aumentaría el costo del juicio). Silvia le responde a su abogado que va a pensar ambas alternativas y le dirá posteriormente cómo decide proceder.
Explicación
4.1 El primer diagnóstico
La técnica jurídica inicia desde el primer acercamiento que hace el cliente con el abogado, ya que el análisis jurídico de los hechos comienza a realizarse desde la entrevista. En ella, el abogado trata de encuadrar el relato del cliente en los supuestos jurídicos correspondientes (al menos en una dimensión general).
Posteriormente, ya en su escritorio y con la información obtenida de parte de su cliente en la entrevista, el abogado procede realizar un diagnóstico del caso, lo estudia y se enfoca en el diseño de las estrategias de litigación más adecuadas al caso concreto.
Un buen diagnóstico del caso permitirá ordenar la información recopilada, interpretarla y adecuarla al supuesto jurídico, y a partir de ahí diseñar las estrategias necesarias que permitan resolverle al cliente su problemática.
4.2 El estudio del caso
Una vez que se tiene un diagnóstico bien hecho en las manos, las primeras acciones realizadas por el abogado litigante para estudiar a fondo el caso son las siguientes:
Mira este ejemplo de cómo el abogado íntimamente se inspira e interpreta el caso.
En muchas de las ocasiones, el estudio del caso es una actividad íntima e individual del abogado litigante. La reflexión que éste haga en su oficina sobre el caso concreto lo llevará a determinar la estrategia a seguir y planificar dentro de lo posible el desarrollo del litigio. Jordi Estatella (2009) ha detectado tres capacidades o instrumentos que los abogados litigantes utilizan en ese momento:
Capacidad de adoptar una estrategia en función de las similitudes y diferencias con casos similares.
Sin embargo, esta estrategia no es la más adecuada, ya que todos los casos tienen sus particularidades, e inclusive en la práctica encontramos que los juzgadores ante casos iguales dictan resoluciones contrarias.
Capacidad de tomar decisiones o ejecutar acciones en cuestión de segundos, manejando muy poca información.
Es uno de los instrumentos de análisis más comunes, pues al escuchar al cliente y revisar su documentación, inmediatamente se nos ocurre una idea que parece resolver el caso. Sin embargo, esta intuición debe ser corroborada con un análisis para que entonces sí sustente la estrategia del caso.
Método jurídico por excelencia, en el que el abogado aplica el silogismo jurídico, es decir, el método inductivo o deductivo basado en la ley, jurisprudencia, doctrina.
Premisa mayor (supuesto jurídico), premisa menor (caso concreto), y conclusión (efecto jurídico).
Aparte de estos tres elementos, para encontrar la mejor estrategia respecto del caso concreto, también se debe:
Con estos pasos previos se podrán extraer los hechos principales en los que vamos a basar nuestra demanda, denuncia, querella o contestación, así como las pruebas con las que se acreditarán los hechos y las normas en que se amparan esos hechos.
4.3 La definición de estrategias
El análisis del caso que realice el abogado en el gabinete va a ser determinante para el éxito o no del litigio. Su redacción debe estar sustentada en la lógica, la interpretación y la argumentación jurídica, siempre tomando en cuenta que la pretensión jurídica debe estar apoyada en el hecho de que se le ha lesionado un derecho a su cliente, y por esta razón se está sometiendo dicha petición a consideración del juez.
La estrategia debe estar formulada con claridad, coherencia y precisión, en cuanto a las pretensiones y las bases jurídicas en que éstas se apoyan, ya que la argumentación que se haga sobre ellas constituye una petición al juez de una sentencia motivada y fundamentada, por lo que existe una proporción ineludible entre la calidad de la argumentación que proporcione las partes (fidelidad a los hechos) y la justicia que imparte el juez.
Por lo anterior, el trabajo del abogado también es prescindir de los hechos que no aporten algo importante al procedimiento, ya sea porque son ajenos a los objetivos mismos del proceso o por carecer de prueba. Por lo tanto, hay que desechar los hechos que desmientan, contradigan o invaliden el objetivo principal, así como aquellos que carezcan de prueba, ya que siempre es mejor tener pocos hechos demostrables, que muchos carentes de prueba (el juez los considerará como meras opiniones). No basta con tener la razón, es necesario demostrarla.
La decisión del juez expresada en la sentencia es, en gran medida, fruto del trabajo previo que efectúan los abogados. Por ello el abogado debe de esforzarse por presentar con honradez y veracidad los hechos y los derechos que defiende. Por último, María Platas (2010) comparte la siguiente reflexión que conviene interiorizar:
En cada asunto en el que interviene el abogado, a fin de exponer los hechos al juez y en consecuencia pedir el derecho, está contribuyendo a la construcción del bien común. Es decir, a la preeminencia del orden y respeto a las leyes es de la mayor gravedad cuando se actúa en el sentido contrario, falseando los hechos y haciendo tortuoso e inaccesible el tránsito de la justicia.
Cierre
En el caso hipotético que vimos al inicio, sobre la demanda de divorcio recibida por la Sra. Suárez, el análisis de escritorio que realizó el Lic. Miguel le permitió determinar que el documento contenía serias contradicciones de fondo. Su recomendación fue que, de allanarse a ese documento tal y como estaba planteado, podría resultar en complicaciones posteriores, pues podría determinarse en un futuro que el divorcio no es válido.
La experiencia como abogado litigante le ha enseñado que no es conveniente dar una recomendación definitiva ante un caso poco común. De hecho, es preferible recabar toda la información posible, para posteriormente hacer un análisis más profundo, cuidando siempre los detalles que, de ser pasados por alto, pueden afectar negativamente una estrategia legal por estar mal fundamentada desde sus inicios.
Checkpoint
Asegúrate de haber comprendido:
Referencias