Contexto
Cualquier proyecto de desarrollo de sistemas de cómputo debe considerar enfocar una buena parte del tiempo en el diseño de la interfaz del software, principalmente porque de él dependerá la productividad que tendrá el usuario.
Una interfaz confusa puede hacer que las personas no sepan en dónde se encuentran o dónde ubicar las funciones que necesitan, lo que les hará perder tiempo valioso. Si la interfaz es poco intuitiva, los usuarios omitirán pasos importantes y cometerán errores recurrentemente, provocándoles frustración que conduce a un total rechazo del sistema.
En cambio, un buen diseño de interfaz permite al usuario encontrar por sí mismos lo que desean hacer, formular atajos, reconocer sus errores y solucionarlos sin la necesidad de un soporte técnico. La imagen que se forman del software será motivo de buenas opiniones que se transmiten al resto de los usuarios. Es un software aliado en lugar de enemigo.
Explicación
13.1 Conceptos generales
La interfaz de un sistema permite controlar la interacción que tiene el usuario con el sistema de cómputo. Para los usuarios, la interfaz es probablemente el sistema en sí, ya que es lo que ellos perciben del sistema a través de sus sentidos (ven, tocan y escuchan), lo que exista detrás de la interfaz será invisible para ellos.
El look & feel de la interfaz puede ser un factor determinante para la aceptación del sistema o la total desaprobación, sin importar que cubra sus requerimientos funcionales o no funcionales. De allí la importancia de conocer los conceptos generales sobre los que se basa el diseño de la interfaz.
La interfaz de usuario es la parte del diseño de un sistema que determina la forma en la que una persona interactúa con el software.
En esencia, la interfaz del usuario está dividida en dos partes: interfaz de entrada y la interfaz de salida. La primera permite que el usuario interactúe con el sistema indicándole qué hacer cuando necesita algo. Utiliza los dispositivos físicos de entrada de la computadora como el teclado, pantalla táctil, mouse o dispositivo de reconocimiento de voz.
Mientras que la interfaz de salida convierte las instrucciones al procesamiento interno y arrojará un resultado. El tiempo en el que la computadora tarda en arrojar un resultado dependerá del tipo de procesamiento.
Por ejemplo, cuando utilizas un procesador de palabras para hacer alguna tarea, estás utilizando el teclado como interfaz de entrada, y de forma inmediata observas cómo la interfaz de salida de manera instantánea interpreta cada tecla oprimida mostrándote los caracteres en tu pantalla. En otras ocasiones, al hacer clic en un proceso como “exportar datos”, puede tardar la interfaz de salida en dar un resultado.
“La mejor interfaz es aquella que pasa desapercibida, permitiéndole al usuario centrarse en la información y la tarea a realizar, en lugar de los mecanismos utilizados para presentar la información y llevar a cabo la tarea” (Galitz, 2007).
Un buen diseño de la interfaz puede aportar en la productividad del usuario al ubicar los elementos necesarios y completos en una sola pantalla. ¿Puedes imaginar llenar una forma en la que pida el domicilio del cliente y que para ello tengas que pasar por 2 pantallas diferentes, o bien que en el campo de Estado no sea un listado ordenado sin texto predictivo? Si sumas todo ese tiempo perdido que se acumula en el año por un diseño deficiente, notarás que existe un impacto considerable en la productividad.
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Sólo para fines educativos.
Características de una interfaz de usuario:
Haz clic en cada concepto para conocer más detalle.
Se refiere a la facilidad de usar un producto por determinadas personas con el fin de alcanzar un objetivo eficazmente y que provoca satisfacción.
Nielsen (2012) utiliza los siguientes elementos para evaluar la usabilidad:
Es la capacidad que tienen los sistemas de agradar a los sentidos del usuario.
Esta característica tiene un aspecto importante sobre todo para diseño de páginas Web, donde uno de los principales atributos que busca el usuario es una página con elementos estéticos adecuados, de ello dependerá si el usuario considera que es una página a la que se le invirtió tiempo para su diseño y, por ende, le dará confianza al usuario.
Sin duda la interfaz de usuario debe permitir acceder a las funciones prioritarias para el usuario, manteniendo un adecuado equilibrio entre su usabilidad, estética y desempeño. De poco sirve un sistema que se enfoque en otros aspectos excepto las tareas que se espera que haga. De igual forma se espera que el usuario pueda encontrar armonía en las partes que componen el software, a lo que se le llama consistencia.
La accesibilidad es la capacidad de un sistema de ser utilizada por personas con necesidades especiales. Por ejemplo, una persona con impedimento de la vista podría utilizar un sistema que tenga la capacidad de guiar al usuario por medio de sonidos de voz que describan cada ítem de la pantalla.
Permite que el software pueda ser adaptado a las necesidades de lugares e idiomas diferentes. Pressman (2010) sugiere que para lograr la internacionalización es necesario crear interfaces que incluyan un núcleo general de funcionalidad que pueda distribuirse a quienes utilicen el sistema y al mismo tiempo permite personalizar la interfaz para un mercado específico.
Es la habilidad del sistema de permitir que los usuarios sean capaces de encontrar y utilizar una función.
Para Mathis (2011), la detectabilidad es importante para el usuario, porque desde su punto de vista no existe diferencia entre una función que no puede encontrar o usar, de la que no existe.
13.2 Elementos del diseño de interfaz de usuario
El diseño de la interfaz del usuario, según Sommerville (2011), es el “proceso de diseñar la forma en la que los usuarios del sistema pueden ingresar a la funcionalidad de éste, y la forma en que se despliega la información producida por el sistema”. En este sentido, el ingeniero de software debe empezar por conocer al usuario para saber cómo facilitarle la interacción con el sistema.
Tipos de usuario
El diseño de la interfaz de usuario debe tener en cuenta el tipo de persona que utilizará el software, debe ser capaz de adecuarse a las necesidades y experiencia que tenga el usuario, de otra manera estaremos fabricando un sistema demasiado complicado para usuarios incipientes o exigiendo prestaciones de cómputo innecesarias por los elementos gráficos.
No sería lo mismo un diseño para personas que se dedican a monitorear el tráfico aéreo que un diseño de una aplicación enfocada en ayudar a aprender a sumar a niños de primaria.
El diseñador de sistemas debe conocer al usuario a través de entrevistas directas que puedan ayudarle a reconocer sus características, personalidades, experiencia y lo que esperan del diseño, o bien mantener un mismo estilo de interfaz de otro sistema que tenga una buena reputación entre los usuarios para facilitar la transición o acoplamiento.
“Los usuarios no siempre tienen la razón. En ocasiones son terribles para describir o entender lo que ellos necesitan. Es tu trabajo hacer preguntas continuamente para llegar a la raíz de lo que ellos están solicitando” (Lowdermilk, 2013).
Interfaz gráfica
La interfaz gráfica es el diseño preferido por los usuarios debido principalmente a la facilidad de uso al incorporar funciones relacionadas con elementos visuales. Entre los elementos más comunes que puedes encontrar están los siguientes:
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Todos aquellos elementos que permiten introducir información o generar una acción específica, como botones, cajas de verificación (checkboxes), opciones excluyentes (radio buttons), listados de despliegue (dropdown list, list boxes), conmutadores (toggle buttons), campos de texto (text fields), campos de fecha y calendarios (date and time pickers).
Permiten que el usuario pueda controlar a dónde quiere ir y ubicarse en el sistema: cuadros de búsquedas, hipervínculos, breadcrumbs, paginación, etiquetas, deslizadores (sliders), barras de desplazamiento (scroll bars), íconos, carrusel de imágenes.
Ayuda emergente (tool tips), íconos, barra de progreso, mensajes de notificación, cuadros de aviso, ventajas emergentes (popup windows), acordeones.
Si deseas revisar algunos ejemplos de cada uno de estos elementos de la interfaz de usuario, revisa el siguiente recurso: Usability.gov. (s.f). User Interface Elements. Recuperado de http://www.usability.gov/how-to-and-tools/methods/user-interface-elements.html
13.3 Proceso del diseño de la interfaz
Un buen diseño de interfaz de usuario lleva un proceso que comienza con un análisis de las tareas que deben realizar las personas en lugares y momentos específicos del sistema, con el fin de obtener el resultado esperado. Después se diseña la interfaz con la información obtenida a través de prototipos o modelos de diseño que los usuarios pueden revisar antes de pasar a construirlos.
Según Pressman (2010), el proceso del diseño de la interfaz es un proceso iterativo en espiral, en donde, a medida que se repiten los pasos en el ciclo, se incluye un mayor número de requerimientos.
Proceso del diseño de la interfaz de usuario.
Pressman, R. (2010). Ingeniería de Software. Un enfoque práctico (7ª ed.). México: McGraw Hill.
Sólo para fines educativos.
Análisis y modelado de la interfaz: el primer paso del proceso del diseño de la interfaz es indagar información del usuario: quién es, qué hace, cómo lo hace y dónde.
Características generales: edades, género, condiciones físicas, educación, antecedentes culturales o étnicos, motivación, metas y personalidad.
Relación con el negocio: jerarquía organizacional, habilidades, conocimiento del negocio, nivel de disposición para adoptar cambios.
Tipos de usuario: se dividen entre principiantes, intermitente y conocedores.
Usuario |
Conocimiento sintáctico del sistema |
Conocimiento semántico de la aplicación |
---|---|---|
Principiante |
Nada | Poco |
Usuario intermitente | Poco | Con |
Usuarios frecuentes conocedores | Con | Con |
Diseño de la interfaz: se definen los elementos que permitirán al usuario realizar las tareas para obtener un resultado esperado. El diseño debe estar apegado a los principios del diseño: usabilidad, consistencia, accesibilidad, detectabilidad y funcionalidad.
Construcción de la interfaz: la mejor herramienta que puedes utilizar para probar un diseño es el prototipo, ya que permite evaluar la interacción en corto tiempo y con una fracción del costo. Una vez revisado el prototipo se construye.
Validación de la interfaz: en esta última etapa se revisa si la interfaz cumple con los requisitos del usuario, es fácil de usar y aprender, si es aceptada por el cliente.
Cierre
Al diseño de la interfaz se le atribuyen elementos de calidad del software, tanto así que el usuario no aceptaría un sistema con carencias estéticas a pesar de que cumpla con sus requerimientos funcionales. A cualquier persona a la que le pidas su opinión sobre algún sistema te mencionará elementos que generalmente son atribuibles a la interfaz, pues es donde se concentra toda la interacción que el usuario tiene con el software.
La interfaz es la primera impresión que se llevan las personas, el siguiente paso será probar su funcionalidad, de modo que un diseñador debe imprimirle el mismo esfuerzo al diseño de la interfaz como a la funcionalidad.
El ingeniero de software debe conocer los principios del diseño de la interfaz aplicados a las necesidades específicas de los usuarios, por lo que será importante realizar un análisis del tipo de personas que utilizarán el software, incluyendo aspectos de accesibilidad que ayudan a usuarios con necesidades especiales. Te imaginas lo que el mundo hubiera perdido sin el trabajo de Stephen Hawking por la falta de un diseño de interfaz que lo ayudara a comunicarse.
Reflexiona un momento y piensa en dos aplicaciones, una que te agrade y otra que detestes. ¿Qué atributos son los que hacen que te sean agradables o detestables? ¿Cuánto peso le das a la presentación estética en tu evaluación? ¿Qué principios del diseño de la interfaz de usuario fueron utilizados o faltaron en estas aplicaciones?
Checkpoint
Asegúrate de poder:
Referencias
Glosario
Usabilidad: medición cuantitativa de la facilidad y eficiencia con la que un humano emplea las funciones y características que ofrece el producto de alta tecnología (Pressman, 2010).