Reconocer la importancia que tiene el salario emocional en el incremento de la productividad y en la disminución de la rotación de personal.
Con los cambios de época, de la situación económica mundial y, sobre todo, de la crisis sanitaria que aqueja a todos las personas hasta el día de hoy, las emociones de cada individuo se han puesto a prueba ante el distanciamiento social obligado y al mismo tiempo la pérdida de familiares y de muchos seres humanos.
La situación que se vive hoy ha derivado en que las personas se cuestionen aquello que verdaderamente importa y lo que, en el día a día, vale la pena vivir.
Los cambios que se están experimentando con respecto al homeoffice y la flexibilidad de horario, hace tiempo que las empresas lo estaban trabajando. Sin embargo, la crisis sanitaria mundial hizo que todo se acelerara fuertemente, de manera contundente y obligada.
Las personas se dieron cuenta de que todo el estrés que experimentan ante la jornada laboral puede pasar a un segundo plano si del bienestar físico y emocional se trata.
Hoy, la realidad ha tocado a la puerta para decir que la integridad del ser humano es lo que hay que cuidar por lo que la frase popular que dice “trabajar para vivir y no vivir para trabajar” ha tomado fuerza como nunca en la historia reciente.
En este apartado, aprenderás el valor del salario emocional y cuáles son los beneficios que brinda a la organización, pero, sobre todo a los seres humanos.